Como registra en sus memorias postumas el novelista argentino Manuel Puig, a cierta edad, en los pueblos de la Pampa argentina se consideraba que debia cumplirse con ciertos rituales sociales, por ejemplo, despues de los veinte años era practicamente obligatorio vivir solo.
De hecho, el padre del propio Puig, Baldomero (Baldo para los amigos) se vio obligado a hacerse cargo de su familia cuando su padre fallecio y él debio dejar la escuela para comenzar a trabajar y mantener el hogar con sus recursos.
Hoy, sin embargo, gran parte de los hombres situados entre los veinte y los treinta y cinco años (para ser generosos) no solo vive con sus padres sino que ni siquiera se han tomado el trabajo de aprender todo lo necesario para, en algun momento, vivir en su propio hogar y hacerse cargo de todas las tareas que este necesita para llegar a buen termino.
Sin embargo, existen excepciones, excepciones que pueden comprobarse en los casos de adolescentes finalmente se van a vivir solos, normalmente porque se pelearon con sus padres, en esa situacion es muy comun que, ante el primer problema que suceda, por infimo que este sea, levanten el telefono y llamen a un especialista.
Y lo comun, tambien, es que aprovechando el desconocimiento que este eterno adolescente tiene de la vida el pseudoprofesional contratado se aproveche impunemente de su inexperiencia de la vida para cobrarle muy caro un servicio que en realidad no brindo.
Para evitar estas situaciones, al menos en todo lo que tiene que ver con instalacion en carpinteria lo mejor es llamar directamente a Carmadec una empresa cuyos servicios estan garantizados por el testimonio de miles de clientes satisfechos por el trabajo realizado en su nombre.
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